Siempre he dicho que soy soñadora y de un sueño apareció el nombre. Era algo que rondaba en mi cabeza desde hace tiempo y que me perseguía en cada viaje, en mi día a día, en cada «casualidad» de mi camino.
Creo mucho en que «las cosas pasan por algo» y sabía que Marakuia me llevaría a soñar alto y no solo eso, a conseguirlo.
¿Hay algo más bonito que un sueño se cumpla?
Fruta de la pasión, gracias por llenarme de felicidad.